La pandemia ocasionada por la COVID-19 ha puesto a prueba la capacidad de las instituciones locales, regionales, nacionales y supranacionales para dar respuestas rápidas, efectivas y flexibles a retos sociales y económicos nunca antes conocidos. En este sentido, muchas de las medidas de carácter extraordinario adoptadas para gestionar la crisis tienen (y tendrán) importantes efectos políticos e institucionales a corto y largo plazo. El objetivo principal es observar si estos cambios se limitan a decisiones rutinarias o si, por el contrario, alteran radicalmente los instrumentos y la jerarquía de objetivos que sustentan la política de cohesión, dando lugar a cambios en el sistema de gobernanza multinivel de la UE.