Este informe, elaborado por el Gobierno británico en el marco de su agenda en materia de servicios públicos, resume los resultados de la aplicación de los principios de la política de "open public services" definida por el Gobierno (capacidad de elección y control por parte de los usuarios, descentralización, diversidad de proveedores, acceso equitativo a los servicios y rendición de cuentas) en diferentes sectores de los servicios públicos británicos y en particular, a nivel local, en él ámbito de los llamados servicios comunitarios ("neighborhood services").