La expansión del Covid-19 desde comienzos de 2020 ha supuesto una crisis sanitaria sin precedentes, con una conmoción clara en otros ámbitos como el económico e incluso social. En esta coyuntura, el texto propone una reflexión sobre los posibles encajes y los retos más acuciantes a los que los Gobiernos locales se van a ver obligados a dar respuesta en un futuro inmediato pero aún incierto.

Este trabajo se desarrolla en torno a tres dimensiones donde los desafíos sobrevenidos por estas transformaciones hacen urgente la necesidad de propuestas. La primera tiene que ver con el nivel municipal como la administración más próxima, con un papel relevante en la prestación de servicios más inmediata y en la generación e iniciativa de medidas durante el proceso de normalización. El segundo elemento abordado está vinculado con los macro y micro procesos de comunicación política cuyas consecuencias pueden ser tan favorables como irreversibles para la estabilidad del sistema político en su conjunto. Por último, se presentan algunas consideraciones sobre la importancia en la moderación de los límites de la competencia partidista y la ponderación de la polarización entre las diferentes alternativas ideológicas como actores políticos, tanto en la iniciativa política como en las tareas cotidianas de control.