Desde el surgimiento y aplicación de las nuevas tecnologías en la vida cotidiana de las personas, los distintos sectores sociales, políticos, económicos y educativos se han cuestionado sobre las consecuencias que se derivan de su implementación. En este sentido, con la llegada de Internet el número de plataformas digitales se incrementaron, y con ello, la capacidad de interacción de los sujetos que las utilizan. De esta forma, las redes sociales han incrementado notablemente la mejora e innovación de los gobiernos y administraciones públicas en los últimos años. No obstante, aún existen contradicciones en cuanto si aumentan la transparencia o participación de las personas y en qué medida han transformado la gestión de los servicios públicos. El trabajo que a continuación se presenta guía su atención en cómo las administraciones han adoptado estas herramientas, y si de alguna manera se han creado modelos para su utilización y sus resultados.