Las ciudades crecieron y se transformaron acompañando la historia y sus acontecimientos. Contextos de mayor complejidad y transversalidad, requieren nuevas formas organizativas, distintos modos de participación y herramientas tecnológicas, mayor colaboración, coordinación de esfuerzos y concertaciones de intereses, precisión en la toma de decisiones y diferentes alternativas para aquellos que diseñan la forma de pensarla, diseñarla y gestionarla. Nuestro planeta avanza hacia una era metropolitana, caracterizada por grandes aglomeraciones urbanas técnicamente complejas y políticamente difíciles en formas de gobierno y satisfacción de las demandas ciudadanas, su movilización y requerimientos de servicios básicos de salud, empleo y gobernanza. Una nueva forma de gestión urbana, participativa, social, económica y políticamente factible y sostenible, donde la ciudad es la protagonista y la metropolitanidad su mayor expresión.