América Latina se encuentra en una búsqueda constante de políti- cas que le permitan acelerar el crecimiento, reducir la pobreza y promover el progreso económico y social. En su camino hacia el desarrollo se le han ofrecido una innumerable cantidad de recetas para acortar este largo y tortuoso viaje. Dos paquetes de políticas diferentes, el de la posguerra, basado en una alta injerencia del Estado y la promoción de la industria interna, y el de liberalización del Consenso de Washing- ton, se le vendieron como tiquetes para el desarrollo sostenible y equi- tativo. En cambio, produjeron resultados mixtos y en últimas, quedaron cortos en el cumplimiento de las expectativas y metas de la región.